La incontinencia urinaria en las personas mayores

Archivado en Envejecer por en 5 septiembre 2019
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La incontinencia urinaria es una pérdida involuntaria de orina que causa algún tipo de molestia a la persona, generalmente porque se produce en un momento y/o lugar inadecuados. La función vesical puede estar afectada por una variedad de condiciones que afectan el sistema nervioso y el trato urinario inferior. Supone una pérdida de una función fisiológica.

No tenemos que pensar que la incontinencia es exclusivamente un problema del aparato urinario, sino que puede estar relacionada con diferentes órganos o sistemas de la persona mayor: aparato nervioso, aparato genital, locomotor, etc….

No hay ninguna duda que el envejecimiento provoca cambios en el organismo, cambios que favorecen que la persona mayor tenga más probabilidades de sufrirla, pero no podemos aceptar sin más que por el hecho de ser mayores se tenga que perder la continencia. Afecta alrededor del 20-25% de las personas mayores de 65 años, es más frecuente en mujeres e incrementa con la edad.

La incontinencia urinaria en las personas mayores puede conducir a una disminución física, funcional y emocional que tiene consecuencias funcionales, psicosociales e incluso económicas. Las molestias que genera pueden provocar situaciones de aislamiento social, cuadros de depresión y ansiedad.

Los síntomas pueden variar desde una pérdida de orina leve (al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio, levantar pesos, levantarse de la cama o de una silla, etc) hasta un deseo repentino de orinar que se acompaña de pérdida de cantidades de orina abundantes.

A menudo las personas afectadas son reticentes a expresar este tipo de problema por vergüenza. No se vive como un síntoma sino como un déficit.

Cada caso es diferente y hay que estudiarlo de una manera individualizada. El diagnóstico se puede hacer con una exploración clínica y a veces por medio de una serie de pruebas diagnósticas (estudio urodinámico, ecografías y radiografías). El tratamiento puede ser médico, quirúrgico o rehabilitador, pero especialmente se basa en una serie de recomendaciones y medidas de reeducación para ayudar a controlar la incontinencia y que también sirven como prevención. Cuando las recomendaciones y ejercicios no tienen ningún efecto o el deterioro cognitivo es importante, hay que recurrir a medidas paliativas como por ejemplo los pañales o los sondajes.

Montserrat Parrilla

Coordinadora Assistencial i Responsable Higiénico Sanitaria de la Residència Sta Mª del Tura d’Olot

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