En otoño actívate y practica el envejecimiento activo

Después del verano y de un cambio de rutinas para adaptarnos a los días más calurosos llega el otoño. Este es un buen momento para ponernos en marcha y retomar las actividades que dejamos aparcadas por el calor o bien para empezar de nuevas.
Muchas actividades aportan a la gente mayor unos claros beneficios para la salud: mejorar la condición física, favorecer las relaciones sociales, mantener unos hábitos saludables y sobre todo pasárselo muy bien!

Actividad física para gente mayor: un mundo de posibilidades

Entre la gente mayor es muy importante mantener un nivel de fuerza y de masa muscular óptimo para evitar caídas que provocan fracturas. El otoño es una buena época para ponernos objetivos que mejoren nuestra salud, podemos empezar para reservar un rato al día para hacer ejercicio físico. Con la actividad física y el trabajo de fuerza muscular y de impacto se puede mejorar la osteoporosis (degeneración ósea muscular). Se puede hacer ejercicio físico disfrutando activamente del ocio realizando actividades como la petanca, el tai-txí, la marcha nórdica, el yoga o el baile.

Espacio con variedad de elementos para practicar ejercicio físico en el jardín de la Residencia San José de Burjassot, Valencia.

Las relaciones sociales y la gente mayor: la mejor medicina!

• Centros Cívicos o Casals

Ir a un Centro Cívico o a un Casal para personas de la tercera edad también es una buena opción para la gente mayor, puesto que es un espacio de punto de encuentro y relación donde se participa de la vida del barrio o del pueblo, enriqueciendo así las relaciones sociales. No tenemos que olvidar que una vida social llena es esencial para mantener un buen estado de ánimo y una actitud positiva ante la vida.
En un Centro Cívico o en un Casal se puede disfrutar de varias actividades orientadas a fomentar la participación social y las relaciones intergeneracionales dirigidas a promover la salud.
También se puede disfrutar de cursos de formación y promoción del uso de las nuevas tecnologías que a la vez ayudan a mantener el cerebro activo y prevenir el deterioro cognitivo.

• Centros de Día

Los Centros de día, son otra alternativa para activarnos y evitar el aislamiento y la soledad cuando envejecemos.
Se trata de una opción ideal para aquellas personas grandes que quieren compartir momentos de tertulia y tener relaciones sociales durante el día pero prefieren continuar viviendo en su casa y mantenerse integrados y vinculados a su entorno familiar y social. Estos centros están pensados para atender las necesidades de actividad física, intelectual y de ocio de la mejor manera posible y para aquellas personas grandes a quienes les resulta difícil llenar la agenda y escoger qué actividades quieren realizar. En este artículo te damos algunos consejos para elegir un centro de día.

Y, si quieres saber cómo es un día en el centro de atención diurna Maria Gay de Girona te lo explicamos en este vídeo.

Terraza para los residentes del Centro de Día y de la Residencia San José de Burjassot, Valencia.

• Café y tertulia

Otra manera de activarnos después de las vacaciones de verano es disfrutar y participar de una tertulia, puesto que permite fomentar la amistad, estrechar las relaciones sociales y también enriquecer la cultura de los asistentes. Las tertulias literarias suponen un aprendizaje cultural en que varias personas intercambian impresiones, encuentran sentido a los textos que leen y aportan sus opiniones; así pues, es una buena opción para mantener activa la mente de las personas mayores. Hay cafeterías que organizan tertulias, son espacios donde te puedes sentar un rato a compartir un café o infusión, en el que puedes exponer ideas y opiniones y dejarte llevar.

• Participar en un voluntariado o banco del tiempo

Los seniors jubilados pueden aportar su experiencia y conocimiento a través de un voluntariado, convirtiéndose en un recurso social para la comunidad. De este modo, las personas mayores, mantienen la satisfacción personal derivada del trabajo y de la actividad a través del voluntariado.

Una de las mayores inquietudes de la tercera edad es la necesidad de querer sentirse útiles a la sociedad y a través del voluntariado se enriquece la vida de las personas beneficiarias, pero sobre todo se enriquece la autoestima de las personas que lo hacen.

Otra manera de mantenerse activo es participar en los Bancos del Tiempo, espacios donde puedes intercambiar habilidades, conocimientos y servicios puntuales, como por ejemplo acompañamientos o pequeñas tareas domésticas, además de ser un espacio de sociabilidad. Se establece, pues, una relación en la que todo el mundo gana.