Tratamiento de la gripe y el resfriado en la tercera edad

Si en el artículo anterior os hablábamos sobre la prevención del contagio de la gripe y el resfriado, en este artículo os hablaremos del tratamiento en caso de haber contraído una de estas enfermedades. Si no se producen complicaciones, el tratamiento convencional de gripes y resfriados se dirige a aliviar los síntomas y a reforzar el sistema inmunológico para evitar complicaciones.

Tratamiento farmacológico

• Para la fiebre, el malestar general y el dolor (muscular, dolor de garganta…): tratamiento analgésico y antipirético.
• Para la tos: para la tos seca irritativa, antitusígenos; para la tos seca productiva, mucolíticos; para la tos productiva que cuesta arrancar, expectorantes.
• Garganta irritada: caramelos, comprimidos o sprays.
• Para la congestión nasal: antihistamínicos y descongestivos, tratamientos de limpieza (suero fisiológico, agua de mar…)
• Para ayudar al sistema inmunológico: vitamina C y zinc.

Importante: Recuerde que no hay que automedicarse. Consulte siempre con el médico, el farmacéutico o llame al 061 para realizar cualquier consulta sobre su salud. La automedicación es especialmente peligrosa en las personas mayores que sufren múltiples patologías (diabetes, hipertensión arterial, etc.).

¿Son eficaces los antibióticos y los antivirales en el tratamiento de la gripe y el resfriado?

Los antibióticos no sirven para combatir las enfermedades virales, como la gripe y el resfriado. Sólo se utilizarán bajo prescripción médica, en caso de que se haya producido una complicación bacteriana. El uso inadecuado de los antibióticos sólo contribuye a crear resistencias, lo que pone en peligro la eficacia y tratamiento de cada vez más infecciones de origen bacteriano.

Por otra parte, los antivirales solo se utilizarán bajo prescripción médica, en caso de gripe, cuando se prevean complicaciones en personas de riesgo.

Medidas higiénicas y dietéticas para el tratamiento de la gripe y el resfriado

Las siguientes medidas en el tratamiento de la gripe y el resfriado ayudan a aliviar los síntomas y evitar el contagio a otras personas de nuestro entorno.

• Mantener el ambiente húmedo: ayuda a que el moco fluya con más facilidad. Se pueden utilizar humidificadores o vaporizadores.
• Mantenerse hidratado: bebiendo entre 1,5 y 2 litros de líquido cada día, entre agua, infusiones y zumos. Ayuda a hacer más fluido el moco y a expulsarlo.
• Mantener una dieta equilibrada y de fácil digestión: caldos, frutas y verduras ricas en vitamina C ayudarán al sistema inmunitario. Las bebidas calientes y el caldo de pollo son un buen remedio para paliar los síntomas del resfriado y la gripe. Beber líquidos calientes aumenta la velocidad del moco nasal, lo que descongestiona las mucosas.
• Cuidar la nariz: evitar sonarse con demasiada intensidad, para evitar el paso de la infección al oído y cuidar la zona perinasal para evitar pequeñas grietas en la piel que puedan infectarse.
• Mantener un estilo de vida saludable: descansar, comer sano, mantenerse activo, evitar el alcohol y el tabaco.
• Lavarse bien las manos y usar pañuelos de papel, evitando la difusión de las gotas llenas de los gérmenes responsables del contagio.

Para saber más sobre la gripe en las personas mayores puede consultar este vídeo.

Y recordad los signos que le deben alarmar de una complicación del resfriado o de una complicación de la gripe. ¡En estos casos es necesaria la asistencia médica!